¿QUIERES SER UN NINJA? LECCIÓN 2

¿QUIERES SER UN NINJA? LECCIÓN 2

Pedro Fleitas González, Unryu

(Escrito en Abril del año 2017)

Siguiendo con lo que escribí en la lección1 puedo decir que “jinmei hitori kichi kata hiho” se obtiene mediante una meditación serena bajo la luz de la luna pero sobre todo cuando el sol nace. Ser capaz de ver el futuro, que es lo que significa la expresión anterior es una cualidad propia del entrenamiento del taijutsu y del seishisn teki kyoho.

Visionar y actuar. En las visiones hay zonas menos transparentes que se explican muy bien en el proverbio japonés “mizu kiyokereba wo shimazu”, que dice “los peces no viven en un río si el agua es muy limpia”.

Ya sabemos que los ninjas al perderse en las montañas solían encontrar de nuevo su camino cortando el tronco de un árbol y leyendo sus anillos. El lado más ancho mira hacia el sur y el lado más estrecho hacia el norte.

Estos conceptos son unas pocas ideas de las que se compone las enseñanzas que recibe el practicante perseverante del Ninpo. Son las enseñanzas armoniosas del cielo y la tierra.

Hagamos un ejercicio en esta segunda lección. Nos sentamos en el suelo, sobre el tatami o bien con un cojín y si no es posible pues en una silla, ya que cualquier limitación física no es impedimento alguno para convertirse en lo que uno sueña ser; así que buscamos opciones y desarrollamos la adaptación mediante los cinco movimientos del godai.

Continuemos. Nos sentamos, si es posible con las piernas cruzadas; sin forzar la posición, de forma cómoda, con la espalda lo más recta y estirada posible, los hombros hacia atrás, la barbilla recogida y entonces dedicamos unos minutos a mirar lo que ocurre hasta donde nuestra vista puede llegar; valoramos que sensación nos produce: risa, tristeza, angustia, enfado, miedo. Esto lo podemos practicar en una zona peatonal observando lo que ocurre alrededor, también y por qué no en frente a la televisión viendo un noticiero. Cuando llegues a un punto con unos minutos de entrenamiento al día que puedas mantener el corazón inmutable, es entonces y solo entonces que podremos pasar al siguiente paso; es decir observarnos a nosotros mismos con ojos transparentes accediendo a las aguas turbias y con el corazón inmutable. Hay que tener paciencia.