Y DE PRONTO TODO ME EMPEZÓ A DAR IGUAL

Y DE PRONTO ME EMPEZÓ A DAR IGUAL

PedroFleitasGonzález

(Escrito en Febrero del año 2016)

El Maestro Hatsumi se movía con una exquisitez explícita, entraba y salía del tatami tal cual quien pasea por una calle recibiendo todos los estímulos y siendo feliz. Y allí en el centro del tatami se encontraba siempre a alguien esperándolo, alguien que si al mismo tiempo era una pequeña piedra en su caminar también era un ejemplo para poder mostrar cómo actuar en las más variopintas situaciones. Esquivaba suave, desaparecía, hablaba con quién le esperaba y también con quien estaban alrededor,  se convertía en humo, contaba chistes que enlazaba con las profundas palabras sobre la vida del ser humano y su conexión con la Naturaleza y era tajante con flexibilidad; una cualidad que muy pocos poseen.

Y de nuevo volvía a salir y gritaba: “A jugar…” todo esto él solito, un Maestro de camino a los 85 años.

Si experimentamos con un imán veremos que el extremo del imán que apunta a Norte se llama polo norte; el otro es el polo sur: Si se acerca el polo norte de un imán al polo sur de otro, se establece una fuerte atracción con polos iguales – norte y norte o sur y sur – ambos se repelen y separan. Este tipo de fuerza sin contacto se llama acción a distancia y trajo de cabeza a los científicos desde el principio.

 

En muchas ocasiones me rebelo contra mi deseo de describir las sensaciones multicolores que tengo con la práctica con mi Maestro, quizás me rebelo porque siempre fui un rebelde. Mi causa quizás fue la rebeldía, intentaba seguir mi propio ritmo y cuando sentía una intuición la seguía. Con el tiempo me di cuenta que cuando la razón y el corazón se alinean nuestra intuición, la de todos funciona al cien por cien.

La cuestión a plantear sería ¿cómo podemos hacer para que ambas se alineen cuando hay grandes costras que nos obligan a limar las piezas del puzle?

Mi respuesta es, si tu pensamiento ahoga tu intención entonces las costras generaran colonias que evitaran este alineamiento.

En mi caso, mediante la práctica de las artes marciales creo que alguna vez que otra y de forma accidental – lo cual le insufla mucho interés y emoción al asunto -;  he sentido esa destructuración de las costras, de esas pesadas lozas que nos sujetan hundidos en las tierras movedizas de nuestra propia mente. Me he emocionado al sentirlo pero no lo intento mucho más.

Vivir la desestructura también es un placer cuando has experimentado y sabes que existe dicha alineación, que como anoche me dijo el Dr. Asensio: “… es que los planetas se han alineado para….”.

Así que como habíamos quedado el paradigma es un enigma.

Faraday, en un experimento, colocó un trozo de papel recio sobre los dos imanes y esparció por encima limaduras. El rozamiento de las limaduras contra el papel las retenía e impedía que migraran hacia los imanes.

 

“Ojala al menos hubiera encontrado respuestas a las preguntas, pues no, no encontré ni una; y por cierto. ¿Cuántas eran? Pero empezó a darme igual y todas las preguntas se desvanecieron”

(Dostoyvski)